martes, 10 de noviembre de 2015

Álamos, Sonora

Se le considera la ciudad más colonial por la pureza de su arquitectura; también se le ha nombrado "La Ciudad de los Portales"










Álamos, Sonora


En el estado de Sonora podrás encontrara el pueblo de Álamos, distinguido por su arquitectura, siendo única, observaras que cada rincón de este bello pueblo es digno de asombro y admiración. Gran parte de la ciudad fue construida por unos arquitectos provenientes de la ciudad de Andalucía.



Desde las alturas resalta la imponente Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui, un área natural protegida, que tiene la peculiaridad de poseer tres microclimas, desde el tropical hasta el templado, y una variedad excepcional de flora y fauna. De aquí fluyen los ríos que sostienen los ecosistemas de la zona.



El pueblo destella brillos dorados en el ocaso y abajo se distingue la Plaza de Armas, el Palacio Municipal y la Parroquia de la Purísima Concepción. Cierra los ojos y alcanzarás a escuchar los pasos y las voces de la gente terminando el día. Sentirás cómo Álamos está vivo.





Las encantadoras callejuelas empedradas desembocan en la famosa Plaza de Armas. Desde su construcción en el siglo XIX, parece paralizada en el tiempo, rodeada de viejas casonas con balcones enrejados, patios, traspatios y jardines. Sobresalen el estilo morisco del quiosco central y, por supuesto, la señoría de la Parroquia de la Purísima Concepción, de estilo clásico y barroco, el símbolo más representativo del pueblo.




Una buena opción para recorrer el pueblo es el trenecito turístico, comienza su recorrido cada hora desde la plaza. . Entre las acogedoras fachadas blancas y la nostalgia de los vestigios derruidos, testimonio de grandes épocas, llegarás a la casa de María Félix, donde creció una de las más grandes actrices del cine nacional. El lugar funciona como museo y hotel, con una colección de fotografías y objetos, y cinco suites dobles. Como parte del recorrido no debes perderte el Callejón del Beso, ni el Paseo del Chalatón.










Si de comer se trata, el menudo sonorense, la machaca y el caldo de res son excelentes recomendaciones. Ahora que si te gustan los frutos del mar, el lenguado, la mantarraya y el callo de hacha son maravillas provenientes del Mar de Cortés. Para un menú meramente regional visita Las Palmeras o el restaurante Reyna. Si prefieres algo más internacional no te pierdas el café Luz del Sol y el restaurante Doña Lola. De postre, elige las famosas coyotas de Sonora y los buñuelos acompañados de un dulce champurro. No olvides probar el licor de Bacanora, tradicional sonorense.



 


























¡Sin duda hay muchas razones para visitar este maravilloso pueblo en la Sierra de Sonora!






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